ENTREVISTA A Edgardo Saucedo. Premio ASEVA-TOYOTA POR EL MEDIO AMBIENTE

“Toyota es líder mundial en la comercialización de motores electrificados. La hoja de ruta de la electrificación de Toyota, con la vista puesta en una sociedad sin emisiones de CO2, demuestra el compromiso de la marca para ayudar a lograr una movilidad sostenible. Hoy en día, la compañía da un paso más para hacer frente a los retos medioambientales, situando las tecnologías en torno al hidrógeno en primer plano y tratando de convertirlo en la fuente de energía principal de la sociedad del mañana.”
El Dr. Edgardo Saucedo es profesor en la Universidad Politécnica de Cataluña, donde trabaja en el Grupo de Fotovoltaica del Departamento de Ingeniería Electrónica.
El Vice presidente de ASEVA Miguel Manso entrevista a Edgardo Saucedo, ganador de la 1ª convocatoria de Premios ASEVA-TOYOTA por el Medio Ambiente.

“… integraremos más y más las tecnologías fotovoltaicas en nuestro día a día…”
MIGUEL MANSO: ¿En qué momento de tu carrera empezó a formar parte de tu día a día la Ciencia y Tecnología del Vacío?
EDGARDO SAUCEDO: Prácticamente desde el principio. Ya en mi Tesis de Máster entre Uruguay y Brasil, trabajando en evaporación de halogenuros de metales pesados (HgI2, PbI2, BiI3) tanto en monocristales como en láminas delgadas. Había un motivo añadido a la propia síntesis, que era el de la purificación previa de los materiales de partida. A partir de ahí, el vacío me ha acompañado durante toda la carrera en crecimiento de cristales (Markov), evaporación por cañón de electrones, pulverización catódica, etc…
MM: ¿Cuáles son las ventajas de las soluciones en forma de lámina delgada de los materiales fotovoltaicos que proponéis?
ES: Respecto a las tecnologías tradicionales de silicio, la ventaja de los materiales fotovoltaicos en lámina delgada con los que trabajamos es que están diseñados para absorber la luz solar y lo hacen totalmente con espesores de unas 2 micras, o incluso menos ahora, en vez de los cientos de micras de espesor que se usan en silicio. La cantidad de material se ve notablemente reducida y además, podemos utilizar técnicas de crecimiento basadas en vacío mucho más económicas que las técnicas de alta temperatura para crecimiento de cristales en volumen. Hablo de técnicas como la pulverización catódica fácilmente industrializables. Además, utilizamos materiales que combinan la abundancia con la no toxicidad, lo cual permitiría un desarrollo a gran escala.
MM: En tu perspectiva de trabajo en y con la empresa innovadora ¿Qué aspectos de la relación academia-empresa crees que deben potenciarse/modificarse?
ES: Tanto cuando trabajé en una spin-off, como ahora que colaboro desde la academia, he detectado que, cuando se trabaja desde desarrollos tecnológicos incipientes, la empresa capta rápidamente la tecnología. Sin embargo, cuando se alcanza un cierto nivel y se requiere escalado, reproducibilidad, etc., la academia no es capaz de complementar a la empresa. Ahí es quizá donde haga falta otro tipo de centros que complementen a la empresa para satisfacer la exigencia del mercado.

MM: Siguiendo en este entorno de transferencia academia-empresa ¿Qué momento de tu carrera te ha dado una mayor satisfacción en este tipo de colaboraciones?
ES: Yo creo que podría resaltar dos casos. Yo trabajaba en un centro de investigación en París (en el IRDEP) y contribuí con un pequeño grano de arena a desarrollar una tecnología basada en Cu (In,Ga)Se2. A partir de ese desarrollo se generó una spin-off. Ver cómo a partir de un pequeño desarrollo de laboratorio se gesta una spin-off ha sido algo que me ha ayudado a crecer en todos los sentidos. En el segundo caso, cuando volví a España empezamos a trabajar en la tecnología de kesteritas desde un nivel de desarrollo mínimo y hemos conseguido encadenar tres proyectos europeos consecutivos en colaboración con empresas. En el primero desarrollamos todos los fundamentos, en el segundo demostramos la viabilidad de la tecnología y ahora en el tercero estamos preparando el despliegue tecnológico.
MM: Dada la intensidad de tu actividad investigadora uno diría que no cenas, no vas al cine y casi que no duermes… ¿En tus investigaciones se mezclan trabajo y responsabilidad con pasión y devoción? ¿Vives volcado a la investigación?
ES: Entenderás que en parte sí, la ciencia es pasión y convencimiento. Ya me cuenta mi familia que con 5 años, cuando me preguntaban, yo decía que iba a ser científico y no sabía ni sumar. Pero con pasión, seriedad y mucha dedicación se acaba convirtiendo en tu trabajo. Es donde ponemos nuestra imaginación, nuestra creatividad, es nuestro hobby. Por supuesto hay muchos ratos en que lo odias, te llevas alguna decepción, pero por el resto tenemos esta suerte. En cualquier caso, por supuesto que tengo mi vida a parte. Me encanta comer, la cocina es otra de mis pasiones, y es importante tener estas vías de escape.
MM: Con tu visión del panorama de nuevas tecnologías fotovoltaicas y haciendo también un poco de mago ¿Qué cosas crees que usaremos en breve en nuestro día a día y qué cosas no fructificarán?
ES: Voy a intentar darte un pronóstico y dentro de unos años nos veremos para ver qué me habré equivocado bastante. Lo que yo creo, desearía, es que integraremos más y más las tecnologías fotovoltaicas en nuestro día a día. Así como los móviles entraron en nuestras vidas, espero que tengamos las energías renovables a mano, y la tecnología fotovoltaica es la principal. Veremos cómo los elementos de nuestras casas (ventanas, tejados) producen electricidad, el mobiliario urbano de nuestras ciudades contribuyendo a que paremos de quemar tantos combustibles fósiles. Nos será más difícil acostumbrarnos a llevar la tecnología encima, adaptaremos primero nuestro entorno inmediato doméstico, pero llevarlo a cuestas será más complicado y llegará en un mercado más pequeño.
